Economía circular, una nueva forma de crecimiento económico en Chile.

Publicado por Darlyn Saavedra, Estudiante de Ingeniería Comercial en la Universidad Católica de Temuco.

La economía circular representa un concepto amplio que engloba una gran parte de las iniciativas relacionadas con la sostenibilidad ambiental. En este enfoque, los seres humanos buscan imitar el funcionamiento de la naturaleza, donde no hay lugar para los desechos, sino una continua transformación de los materiales. Esto implica repensar los procesos de producción, los patrones de consumo, los tipos de materiales utilizados, el transporte, la generación de energía, la cadena alimentaria, así como la gestión de residuos, entre otros aspectos fundamentales.

Si bien existen diversas definiciones, en términos generales, la economía circular se basa en los principios de reducir, reparar, recuperar, reutilizar y reciclar. En la práctica, la mayoría de las acciones en este ámbito son impulsadas por políticas públicas implementadas por gobiernos a nivel nacional, regional o local. Estas políticas incluyen planes de acción, programas de incentivos, estrategias de implementación y sistemas de seguimiento, entre otros instrumentos.

A modo de ejemplo de implementación a través de políticas públicas por el gobierno de Chile se encuentra la oficina de Economía Circular del ministerio del Medio Ambiente su objetivo es reducir el impacto ambiental relacionado a la generación de residuos y promover un modelo de Economía Circular, que propone un cambio en los sistemas lineales de producción, negocio y consumo incorporando el eco diseño, la reutilización, reciclaje y valorización. 

Otro ejemplo es la Ley 20.920 que fue promulgada el 17 de mayo y posteriormente publicada en el diario oficial el 01 de junio del año 2016. Según el Ministerio de Medio Ambiente esta ley tiene como principal instrumento la Responsabilidad Extendida del Productor (REP), un mecanismo en virtud en el que los productores de productos prioritarios son responsables de la organización y financiamiento de la gestión de los residuos derivados de la comercialización de productos en el país.

Los productos prioritarios establecidos a la fecha son neumáticos, envases y embalajes, aceites lubricantes, aparatos eléctricos y electrónicos, pilas y baterías, cuyos productores o importadores deberán cumplir metas de recolección y valorización de sus residuos a través de la conformación de sistemas de gestión, entre otras obligaciones. (Ley Rep – Economía Circular, 01 de junio 2016)

Por otro lado el sector público, el sector privado también desempeña un papel importante en la economía circular. Las organizaciones ciudadanas y las asociaciones público-privadas colaboran en esta iniciativa, generando beneficios tanto para el sector privado como para el público. Esta colaboración se basa en una relación simbiótica en la que ambas partes trabajan juntas para promover prácticas más sostenibles y responsables.

En resumen, la economía circular se ha convertido en un enfoque fundamental para promover la sostenibilidad ambiental y el crecimiento económico en Chile. A través de políticas públicas y leyes como la Ley 20.920, el gobierno chileno está liderando el camino en la implementación de prácticas circulares que buscan reducir el impacto ambiental y fomentar la reutilización, el reciclaje y la valorización de productos y residuos. Esta visión no solo involucra al sector público, sino que también cuenta con la participación activa del sector privado y la colaboración entre organizaciones ciudadanas, creando un ecosistema donde tanto el ámbito privado como el público trabajan en conjunto para avanzar hacia una economía más sostenible y responsable. Chile está demostrando que la economía circular no solo es una aspiración, sino una realidad que puede impulsar un futuro económico más resiliente y amigable con el medio ambiente.

Bibliografía.


Ley Rep – Economía Circular. (s/f). Gob.cl. Recuperado el 25 de septiembre de 2023, de https://economiacircular.mma.gob.cl/ley-rep/